
Antes de comenzar a contaros sobre este capítulo, comparto el tema “One” del cantante indio Talvin Singh, para que os acompañe en la lectura de este artículo.
Llegar a Neeleshwar (provincia de Kerala) resultó algo cansado. Hicimos un primer parón para almorzar en el espectacular Hotel Vivanta Madikeri Coorg by TAJ. Nos hubiésemos quedado felices a dormir ahí, pero preferimos poner rumbo a la playa para amanecer cerca del mar.
Fueron unas 5 horas de coche con la noche encima, y además por una carretera generosa en curvas. Menos mal que Mohammed, nuestro querido chófer, tenía aguante y era prudente al volante. A mitad de camino, nos paró en uno de sus restaurantes preferidos de carretera para cenar algo rápido y así pudimos estirar las piernas y echar unas risas con unos simpáticos indios que conocimos allí. Parece que en India las europeas somos el fenómeno de mayor atracción, ya que durante todo el viaje, l@s indi@s no nos pararon de mirar y nos pedían fotos sin parar, como si fuéramos una especie en peligro de extinción☺!!
Hacia las dos de la mañana, por fin, llegamos a Neeleshwar. Descubrir que íbamos a dormir en una habitación en primera línea de mar, hizo que se nos olvidara, en un segundo, la dureza del viaje.
Si tuviera que recomendaros un hotel en esta zona, sin duda, sería el Neeleshwar Hermitage (podéis verlo en las fotos que vienen a continuación) o el Vivanta Bekal Kerala by TAJ que está como a una media hora de Neeleshwar. A éste último fuimos una de las noches para disfrutar de una maravillosa cena que nos organizaron.
Uno de los detalles que más me gustó de los hoteles de esta zona, era que en los baños había duchas al aire libre!!Me pareció lo más poder ducharme mirando al cielo directamente!!Y otra de las cosas que me pareció genial fue el sastre que había en la tienda del Hotel Neeleshwar Hermitage a disposición de los clientes. Él fue quien me hizo, a medida, y en tan sólo unas horas el top del sari que me compré en Coorg !!
En Neeleshwar la mayor atracción es el mar y hay que aprovechar los días de estancia aquí para descansar a tope. Como yo soy un tanto inquieta, no pude evitar darme una vuelta por los alrededores para conocer a la gente local, la mayoría eran pescadores e intercambié algunas divertidas conversaciones con ellos!!
La puesta de sol en esta playa es maravillosa y a mi “compi” de viaje, Belén de Rivera, y a mí, nos dio por jugar un rato con el sol y aprovechar para darnos nuestro primer baño de mar del año!!!
En el próximo capítulo: “Vivir en el Palacio Falaknuma,
una experiencia inolvidable”.
¡¡No os lo perdáis!!!
Experiencia vivida con Geográfica XXI
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